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Las 7 prácticas más eficaces para un proceso de onboarding (así lo hacen las mejores empresas)

Hace ya algún tiempo que el proceso de onboarding (o inducción de personal) se ha convertido en una de las mayores prioridades para los departamentos de recursos humanos. Su efectividad a la hora de mejorar la productividad de los nuevos empleados está llevando a las compañías a invertir más tiempo y más dinero para integrarles cuanto antes en la organización. Pero, ¿cómo asegurar su éxito? ¿Cuáles son las mejores prácticas para un proceso de onboarding? ¿Y cómo lo están haciendo las mejores empresas?

A continuación te contamos las 7 ideas más importantes para llevar a cabo un proceso de onboarding exitoso. Compañías como Twitter, Facebook, IBM o Mailchimp, todas ellas reconocidas por sus buenas prácticas en este campo, hace años que las ponen en práctica y obtienen grandes resultados con ellas:

1. Tómatelo en serio. Si quieres que tu proceso de onboarding sea exitoso, tienes que empezar por tomártelo en serio y hacer una fuerte inversión de tiempo y dinero. Uno de los errores más comunes de los departamentos de recursos humanos consiste en descuidar la integración de los nuevos empleados en la compañía. No cometas el mismo error y pon el proceso de onboarding en tu lista de prioridades.

2. Empieza cuanto antes. La experiencia en miles de empresas de todo el mundo ha demostrado que una de las claves de los mejores procesos de onboarding consiste en empezar cuanto antes. Ya en la propia descripción del puesto de trabajo o durante la entrevista con los candidatos es importante avanzar cómo será el proceso de onboarding. Aprovecha para explicar cuál es la cultura de la empresa y qué se encontrará el nuevo empleado. Cuanto más trabajo adelantes (incluido todo el papeleo), más fácil será el aterrizaje de los recién contratados.

3. Cultura de empresa. Aunque centrarse en los aspectos técnicos y logísticos es importante, no te olvides del factor humano. El proceso de onboarding debe ser único en cada empresa y estar basado en principios y valores. Debes buscar la conexión emocional con los empleados, facilitar la socialización con sus nuevos compañeros y hacerles sentirse parte de la organización desde el primer día. Los nuevos trabajadores tienen que entender cuál es la cultura de la empresa y sumarse a ella.

4 . Haz que toda la empresa se involucre. El proceso de onboarding no debe ser una tarea únicamente del departamento de recursos humanos, sino de toda la compañía. Es importante que cada recién llegado cuente al menos con un anfitrión (en inglés, host) que le pueda hacer de guía durante las primeras horas, días y semanas. Todos los departamentos deben también hacer algo por dar la bienvenida a los recién contratados. Y, por supuesto, es también ideal que el propio director general o CEO esté involucrado en el proceso. Sólo así el éxito será rotundo.

5. Define una ruta (roadmap) clara y sencilla. Antes de llegar a su puesto de trabajo, los nuevos empleados deben saber en qué consiste el proceso de onboarding, qué reuniones van a tener, qué tareas tienen que realizar y por qué etapas van a ir pasando. Esto les servirá a ellos para manejar sus expectativas y avanzar en la buena dirección; y a ti para poder comprobar que todos completan con éxito el proceso de onboarding.

6. No te olvides de la informática. Aunque parezca mentira, uno de los errores más comunes en todos los procesos de onboarding es descuidar todo lo relacionado con la informática. Antes de que los nuevos empleados lleguen a su puesto de trabajo, es fundamental que el equipo de IT se asegure de que su ordenador está operativo, el teléfono recibe llamadas, su cuenta de email está activada, tiene acceso a los servidores locales y cuenta con todas las licencias de software necesarias. No hay nada más frustrante para un nuevo empleado que no poder empezar a trabajar debido a problemas técnicos.

7. Gamifica tu proceso de onboarding. Si realmente quieres motivar y enganchar a tus alumnos, no te olvides de introducir dinámicas de juego. Se ha demostrado que la gamificación incrementa el engagement de los empleados y les ayuda a memorizar y retener los contenidos. Esto te puede resultar especialmente útil si tu proceso de onboarding está repleto de aspectos técnicos y legales que suelen aburrir a los empleados.

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