No corren buenos tiempos para el elearning tradicional. La llegada de productos más novedosos, el descenso de la demanda en los mercados maduros y la velocidad a la que están cambiando los países en desarrollo están provocando una caída en picado de los tradicionales cursos online. Según un reciente estudio de Ambient Insight, en los últimos cinco años la tasa de crecimiento anual del elearning descendió un 6,4%; si en 2016 las ventas en todo el mundo alcanzaron los 46.600 millones de dólares, para 2021 se calcula que descenderán hasta 33.400 millones.
¿Qué está pasando?
1 – Contenidos de mala calidad
Aunque hay numerosos motivos detrás de esta crisis del elearning, uno de los más importantes tiene que ver con la calidad de los cursos. Cuando nació el elearning, éste supo solucionar muchos de los problemas de la formación tradicional (elevados costes, limitaciones físicas, viajes, etc), pero con el paso del tiempo muchos de estos cursos se han quedado obsoletos o se han visto desbordados por los cambios tecnológicos y las nuevas demandas de empleados y estudiantes. El resultado es que la mayoría de los contenidos de elearning, sencillamente, aburren a los estudiantes y no consiguen engancharles. En el ámbito laboral, este es uno de los motivos de que hasta el 87% de los trabajadores no estén motivados en el trabajo ni comprometidos con su compañía (según las últimas cifras de Gallup).
2 – Sustitución de productos
Otra de las razones detrás del descenso del elearning tiene que ver con la vida de sus productos. Muchos de ellos se lanzaron a principios del siglo XXI y ya han sido utilizados durante años. Universidades, escuelas y empresas están ahora inmersos en un profundo proceso de sustitución a la búsqueda de nuevos productos y formatos. Muchos cursos online están en el tiempo de descuento.
3 – Países en desarrollo: directos al smartphone
La rápida transformación económica y social de los países en desarrollo es otro de los factores que están sobrepasando al elearning. En muchas de estas naciones (sobre todo en Asia), el uso de ordenadores y la formación online se han visto superados directamente por las aplicaciones móviles y el omnipresente uso del smartphone. Es lo que se conoce como “efecto leapfrog”: las tecnologías más modernas se adoptan de golpe sin pasar por las intermedias. Tal vez el caso más claro sea el de China, segunda economía del mundo y mercado clave para la capacitación, donde el 70% de los ingresos proviene ya de la venta de aplicaciones y servicios educativos para teléfonos móviles.
4 – Nuevos competidores
El elearning tradicional también tiene que competir con nuevos formatos y contenidos. La realidad virtual, el mobile learning y el game-based learning están llenando el vacío de los tradicionales cursos online y ganando posiciones en el mercado. Los cambios sociales y tecnológicos, y en particular las nuevas generaciones (con los Millenials a la cabeza), exigen una capacitación más interactiva, de mayor calidad y que genere más engagement. Y todo apunta a que el elearning tradicional ya no puede cumplir esta misión.