Pese a que la palabra se ha hecho muy popular en los últimos años, especialmente en los ámbitos del marketing, storytelling no deja de referirse a una actividad inherente al ser humano y a su esencia social: contar historias. A través de las historias, nos comunicamos y trasladamos mensajes de una forma lo más atractiva posible a nuestra audiencia. En otras palabras, el storytelling tiene como objetivo enganchar al que nos escucha, incluso, dejándole participar, llegado el caso.
Aplicando esta concepción tan elemental al ámbito de la formación, la aplicación parece evidente: podemos comunicar contenidos didácticos de una forma más atractiva si utilizamos una historia como hilo conductor. El quid de la cuestión llega cuando nos planteamos cómo construir una historia para que esta enganche, especialmente si mantener el contenido transferido intacto es esencial para cumplir nuestra meta.
De sobra conocidas son las 22 Reglas del Storytelling de Pixar, un exitoso texto que resume la experiencia de esta productora de grandes historias animadas, con guiones que siguen entusiasmando a mayores y a pequeños. La gran idea que se esconde detrás de esas reglas vuelve a ser la misma que apuntábamos. Como afirma en una charla TED el cineasta Andrew Stanton, que ha trabajado para la misma compañía en películas como Toy Story o Wall-E, “storytelling es contar un chiste. Se trata de conocer cuál va a ser tu remate, tu final, sabiendo que todo lo que dices desde la primera frase hasta la última va a conducir a esa meta e idealmente vas a confirmar alguna verdad que profundiza en nuestra comprensión de quiénes somos como seres humanos”.
La trascendencia y el poder de las historias en la nuestra propia como humanidad es innegable, así que ¿por qué no aprovecharlas e integrarlas en ámbitos donde comunicamos y transmitimos información? La formación corporativa es, sin duda, uno de ellos y ya existen herramientas digitales que pretenden ayudar a los creadores de cursos en el proceso creativo de la fabricación de esas historias de fondo. A continuación, te mostramos las aplicaciones que nos han parecido más interesantes, sobre todo pensando en los cursos de e-learning y de game-based learning o aprendizaje con videojuegos.
1. Twine
Creado en 2009, Twine es un programa de código abierto muy utilizado por diseñadores de videojuegos a la hora de crear sus historias interactivas con múltiples alternativas, como es característico de este formato.
Desde su Wiki, cualquier usuario puede documentarse y encontrar todo tipo de ayuda sobre cómo utilizar este software. La serie de entradas de Dan Cox en el blog Gamasutra, por ejemplo, es muy útil para comenzar a adentrarse en las posibilidades de esta herramienta.
2. Storyist
Aunque está pensada para escritores al uso, está claro que la aplicación Storyist puede hacerle el trabajo más llevadero a cualquier diseñador instruccional que necesite crear una historia que le sirva de telón de fondo a sus contenidos.
3. Airstory
Continuando en la línea de herramientas dirigidas especialmente a escritores o redactores, pero que pueden ayudar a la organización de las ideas al fin y al cabo, está también Airstory. Entre sus funcionalidades, destaca la facilidad de almacenamiento ordenado y la transformación de imágenes y textos en tarjetas.
4. Livingwriter
Esta aplicación puede servir para organizar tramas de un modo sencillo. Además, ofrece plantillas con las estructuras más populares de historias, de manera que puedes elegir y aplicar aquellas que más se ajusten a tus necesidades.
5. Campfire Technology
En su web, Campfire presume de ayudar a imaginar, planificar y contar historias. Solo ese eslogan ya hace que merezca la pena interesarse por cómo funciona su software. Además, ellos también generan su propio contenido, incluyendo un blog, para hablar de su producto y de todo lo que rodea al proceso de creación de historias.
6. Scapple y Scrivener
Son dos herramientas, en cierto modo complementarias, que facilita la misma empresa. La primera, Scapple, agiliza la organización de ideas en una primera fase de diseño del flujo de la historia, mientras que la segunda, Scrivener, está más enfocada a la escritura y lo que tiene que ver con el trabajo de gestión y edición de los textos.
7. Boords
Los que trabajan en el mundo audiovisual, donde también se cuentan muchas historias, saben que una herramienta fundamental para hacerlo es el storyboard o una representación gráfica del plan narrativo. Boords facilita esta tarea con herramientas de dibujo simples y potentes para crear guiones gráficos profesionales rápidamente.
8. Storyboarder
Como la anterior aplicación, Storyboarder pretende facilitar la visualización de una historia. Permite dibujar rápidamente para confirmar si la idea de una historia funciona o no.
9. Storyline creator
Otro concepto imprescindible para cualquier contador de historias es el de la trama (o storyline, en inglés). A esta parte fundamental de cualquier historia atiende esta herramienta que colabora a visualizar y captar mejor las situaciones y emociones que afectan a los personajes en cada momento. Permite agregar personajes, escenas y notas a la historia y la construye, así, de manera gradual e intuitiva.
10. Beemgee
Esta aplicación, como indica su web, persigue hacer más sencilla la organización de las tramas y la viabilidad de sus protagonistas, facilitando el desarrollo de ideas en esquemas completos que originen una historia. Además, permite disfrutar de un avance de su funcionamiento y de su interfaz, si el usuario introduce el título de una hipotética historia en la página de inicio.
¿Ya has elegido historia para tu próximo curso online?
Esta es solo una muestra de la gran variedad de herramientas digitales que actualmente cualquier diseñador instruccional puede incluir en su proceso de creación de cursos. Gracias a ellas, habrá menos opciones de que sufra el famoso síndrome de la página en blanco y mejorará el engagement de sus cursos, especialmente si estos tienen un formato de videojuego, ya posible con herramientas de autor como el Editor, de Gamelearn.