Durante la pandemia ocasionada por el COVID-19, tanto las empresas ya establecidas como las start-ups han hecho todo lo posible para mantenerse a flote. Esto se debe a que el número de compradores en las tiendas físicas se ha reducido drásticamente y a la dificultad de mantener a los empleados a salvo de contagios. Para hacer frente a esta situación las compañías han modificado su rutina y se ha fomentado el teletrabajo.
Esta situación ha sido difícil para muchas personas que nunca antes habían intentado trabajar en remoto, pero también nos ha enseñado muchas cosas que no sabíamos.
Para las compañías que operan a nivel internacional, la principal lección es que deben asociarse con empresas como International PEO (Professional Employer Organization) para mantener buenos niveles de producción y servicio, a la vez que garantizan la seguridad de los empleados durante una pandemia. En un entorno empresarial normal, este tipo de empresas ofrecen a los empleadores mayor acceso a los mejores talentos y les ayudan a cumplir con todos los requisitos legales de empleo dentro del mercado laboral extranjero.
En un momento en el que la gestión de entidades multinacionales ha demostrado ser extremadamente difícil, con limitaciones de desplazamiento entre países, el papel de estas empresas cobra aún más importancia y ofrece un gran beneficio al facilitar acuerdos de trabajo flexibles a nivel internacional.
Con este contexto en consideración, echa un vistazo a estas cuatro lecciones que hemos aprendido durante el teletrabajo:
1. Organización
La crisis sanitaria ha hecho que nos quedemos en casa la mayoría del tiempo. Los mánager, empleados, autónomos y directores están teletrabajando; sin embargo, seguimos colaborando los unos con los otros a través de internet.
La mayoría de los trabajadores no tenían oficinas en casa antes del COVID-19, y es probable que nadie estuviera realmente preparado para la “nueva normalidad” a la que nos hemos tenido que adaptar. Incluso los autónomos experimentados están luchando por mantener su productividad en casa, lo que significa que ahora hay más distracciones en comparación con cuando los niños están en la escuela.
Una de las cosas que han ayudado a los profesionales a hacer frente al cambio ha sido el desarrollo de las habilidades organizacionales. El trabajo a distancia nos ha enseñado que los jefes no tienen que estar detrás de los empleados constantemente para obtener resultados. Solo tienen que dar a sus equipos la formación que necesitan para organizar sus horarios y administrar mejor su tiempo.
2. Disciplina
Al trabajar desde casa la televisión, la cama, la nevera, el móvil y las tareas del hogar llaman más la atención, al igual que las mascotas y familiares. Pero los empleados han aprendido el arte de ser disciplinados y de compaginar cada situación, sin importar lo tentador que pueda llegar a ser.
Antes del coronavirus, los profesionales mencionaban lo difícil que era mantenerse alejados del drama y las distracciones del día a día en la oficina. Ahora que han experimentado lo que implica el teletrabajo durante una pandemia, concentrarse en el trabajo durante la vuelta a la oficina ha de ser mucho más fácil.
3. Confianza
Las herramientas colaborativas, ya sea a distancia o en persona, tienen que ser de confianza. A lo largo del tiempo los líderes corporativos han aprendido que sin la construcción de la confianza entre sus empleados y clientes, cualquier esperanza de crecimiento empresarial no será nada más que una ilusión.
Aquellos negocios que pasaron por alto la construcción de la confianza y en su lugar se centraron únicamente en las ventas son los que han tenido dificultades en el entorno actual. Sus tácticas de microgestión no están funcionando ahora y hacer ventas sin establecer primero una base de confianza con los clientes se ha vuelto casi imposible. Recuerda, ahora más que nunca todo está funcionando en base a la confianza generada.
4. Comunicación
Los canales de comunicación claros, tanto verticales como horizontales, han demostrado ser esenciales. Las empresas que invirtieron en una infraestructura de comunicación adecuada mucho antes de la pandemia han tenido fácil la transición al teletrabajo. Por otro lado, para las empresas que solo comenzaron a experimentar con soluciones de videollamadas una vez que comenzó la pandemia, las cosas pueden no haber sido tan fáciles.
De cara al futuro, las empresas deben invertir en:
- Redes wifi para los empleados.
- Redes VPN para cifrar las comunicaciones empresariales.
- Portátiles y móviles adecuados a las necesidades de cada profesional.
Asimismo, los departamentos de marketing tendrán que replantearse la estrategia post-coronavirus, incluyendo más inversiones en sitios web oficiales y RR. SS. para mantener líneas de comunicación fructíferas con sus clientes, sobre todo ahora que la mayoría de los clientes comprarán online.
Conclusión
Trabajar desde casa ha sido tanto una crisis como una oportunidad de transformación para muchas personas. Todos hemos tenido que hacer ajustes para adaptarnos a esta “nueva normalidad”, y es probable que muchos de estos cambios estén aquí para quedarse.
Hay personas que pensaban que el teletrabajo no es para todos, pero la pandemia ha dejado claro que con las estrategias adecuadas, es posible entregar la mayoría de las tareas corporativas a equipos remotos sin ver una disminución en la productividad o el rendimiento. Ahora depende de los líderes empresariales hacer que las experiencias de trabajo a distancia sean mejores y más satisfactorias en el futuro.