Se ha demostrado que el desarrollo de las habilidades directivas o soft skills mejora cuando se aplican técnicas game-based learning. A pesar de las innumerables razones que demuestran el impacto positivo de la gamificación para aprender, todavía se respira cierto escepticismo ante los juegos interactivos, la mayoría de ellos online. Para quitarte los miedos, te contamos los cinco beneficios básicos del game-based learning:
El GBL permite practicar
La gran baza del game-based learning efectivo es la integración de herramientas que hacen posible la interiorización de contenidos. Esas herramientas son los simuladores, que posibilitan que el alumno “haga” las cosas que en otras plataformas sólo le están “contando”. La mejor manera de aprender algo es haciéndolo, especialmente si hablamos del desarrollo de las habilidades directivas Los simuladores recrean situaciones reales para poder practicar sin riesgo y aprender esas competencias, que fortalecen nuestro desarrollo personal y profesional y no se aprenden en los libros, ni con teoría, sino por medio de la práctica.
El GBL fomenta el pensamiento estratégico y la toma de decisiones
La mayoría del game-based learning requiere que los alumnos piensen con rapidez y utilicen la lógica para la resolución de problemas. Esa exigencia favorece la toma de decisiones y ayuda al desarrollo de las habilidades directivas. Aspectos como el pensamiento estratégico, ponerse en el lugar de los demás, el desarrollo de la capacidad de análisis y la comunicación, etc., son factores muy presentes en muchos serious games para el aprendizaje de habilidades blandas, como el curso-videojuego de negociación, Navieros; o el de gestión del tiempo y productividad personal, Triskelion.
El GBL incrementa la capacidad de memorizar
Los serious games y otros juegos “para aprender” siguen una estructura narrativa que permite al alumno introducirse en un contexto con el fin de desarrollar una habilidad. A base de corregir ciertos comportamientos y repetir hábitos, el alumno termina por memorizar casi sin darse cuenta aquellas conductas que le ayudan a resolver el juego, avanzar y obtener feedback positivo. En definitiva, mejora la memoria con un aprendizaje práctico.
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El GBL facilita la adaptación a las nuevas tecnologías
Vivimos en un mundo dominado por las tecnologías. Resulta casi imposible imaginar un puesto de trabajo en el que el ordenador no sea la herramienta principal. Seamos sinceros, hasta los niños parecen poseer un talento innato para desenvolverse en el mundo digital. Es el turno para los no tan niños, que a través del uso del game-based learning en dispositivos y ordenadores, tienen la oportunidad perfecta de familiarizarse con retos virtuales, escenarios interactivos, la navegación en Internet o el simple manejo de usuarios y contraseñas. El game-based learning proporciona las herramientas necesarias para adaptarse de forma gradual y sencilla a las nuevas tecnologías.
El GBL desarrolla la coordinación y la capacidad de atención
El uso del teclado y el ratón (ordenadores) o de nuestro dedo (tabletas y dispositivos móviles), requieren la atención de cuerpo y mente y ayuda a desarrollar la coordinación entre nuestros ojos y nuestras manos. Esa combinación de acción física y atención mental que proporciona el game-based learning estimula nuestra memoria. Entre los beneficios reconocidos del uso de videojuegos aplicados están la capacidad de atención, la visión espacial y el desarrollo cognitivo, motivacional y social.
Estos cinco beneficios básicos ponen de manifiesto que el juego y el aprendizaje no son antagónicos, muy al contrario, pueden convertirse en los mejores amigos.
¿Qué otros beneficios crees tú que aportan los juegos?
