En las organizaciones es habitual que surjan conflictos por diferentes motivos. Uno de los más comunes es que diferentes departamentos o individuos se enfrenten por acceder a recursos limitados o compartidos. Por ejemplo:
- Hay un presupuesto a repartir entre diferentes departamentos.
- Hay una persona cuyo tiempo se reparte entre diferentes departamentos.
Otro caso que suele repetirse, es que los objetivos a los que contribuyen varias personas, no están siendo distribuidos de una forma equitativa. Estos conflictos suelen generar puntos de vista enconados que pueden llegar escalar entre departamentos y equipos, generando un conflicto en la organización que es recomendable solucionar a tiempo.
En muchas empresas o equipos, un conflicto de intereses, por recursos o por presupuesto, puede terminar generando una quiebra en la comunicación interna de la empresa, llevando incluso a una dimisión en bloque de un equipo.
Cuáles son los conflictos más frecuentes
- Conflictos de recursos o presupuestos
- Conflictos de autonomía
- Divergencia en los objetivos
- Conflicto de roles
Cómo afrontar los conflictos
Mejora la comunicación entre las partes
Es esencial que los grupos de la organización puedan hablar y entre ellos. Trabaja en la comunicación interna.
Saca a la luz tu liderazgo
Arroja claridad sobre cuál es la estructura y cuáles son las responsabilidades de cada miembro del equipo o de la organización. Si no es así, es complicado que se entienda el papel que debe desempeñar cada uno.
Sé transparente
La transparencia en el organigrama, en los objetivos y en los cambios que ocurren permiten que cada unidad de negocio se centre en su trabajo y se eviten problemas de gestión y conflictos que pueden generar pérdidas de productividad.