Uno de los propósitos habituales es ser capaces, de una vez por todas, de tomar el control de nuestra agenda. Pero, realmente, cómo se consigue controlar la agenda y que no sea ella la que nos controle a nosotros. Cada vez nos decimos que esta vez sí. Este es el año. ¿Te suena?
No queremos más desorden, más problemas derivados de una mala planificación ni más calendarios saturados de reuniones que no nos dejan tiempo para hacer nuestro trabajo. ¡Controla tu agenda desde hoy!
No llevar un buen control de nuestra agenda repercute en nuestro rendimiento profesional, y en consecuencia, a mayor escala, en la productividad de nuestra empresa. También en nuestra vida personal. Es normal que nuestra agenda nos abrume a menudo, lo importante es dejar que no nos supere y, sobre todo: que seamos nosotros quienes tengamos su control, y no los demás.
No olvides que una agenda controlada se convierte en el primer paso hacia la productividad.
Cómo controlar tu agenda en 3 pasos:
Desde Gamelearn se nos ocurren algunos consejos que puedes seguir para tomar las riendas de tu planificación:
1. Planifica reuniones cortas
¿Cuánto tiempo perdemos cada día en reuniones interminables que no llevan a ningún lado? Acaba con esto. Ve directamente al grano. Elabora una lista de temas a tratar con lo que de verdad importa y designa el tiempo específico para cada uno de ellos. Y si es necesario, puedes emplear un temporizador.
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2. Aprovecha la tecnología
Las nuevas tecnologías te ofrecen muchas oportunidades, aprovéchalo. Sobre todo en lo que se refiere a organización de agendas y optimización del tiempo. Ya no es necesario que todas las reuniones que mantenemos sean presenciales. Por suerte existen infinidad de herramientas que hoy en día nos permiten conectar con casi cualquier parte del mundo sin traslados físicos: Skype, Hangouts, Facetime… Y están ahí por algo, para hacer nuestra vida más fácil.
3. Aprende a decir NO
No sólo hay que priorizar reuniones, controlar tu agenda eficientemente conlleva también rechazarlas. ¿Cuántas veces somos conscientes, antes de comenzar una reunión, de que no sacaremos nada en claro de ella? Pregúntate si la reunión en cuestión puede beneficiar a tus objetivos primordiales o a la misión de la compañía.
Evita improvisar reuniones o atender a personas que no estaban en tu agenda. Hacerlo dinamitará tu organización.
Son pautas basadas en la filosofía que inspira Triskelion, el video juego de formación que diseñamos para enseñar habilidades de gestión del tiempo.
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