¡Buenos días! Empezar de forma productiva es fácil si sabemos cómo.
¿Qué sueles hacer nada más despertar? Hay quien se dirige directamente a la cocina a por el primer café de la jornada, otros prefieren entrar en la ducha y algunos lo primero que hacen es consultar su correo electrónico o las redes sociales antes incluso de salir de la cama.
Establecer una buena rutina por la mañana es fundamental para tener una buena planificación que repercuta en nuestra productividad durante el resto de la jornada. Si desperdicias la mañana, probablemente pierdas también el resto del día.
Lo mejor que podemos hacer es empezar por nuestra tarea más importante. Si empezamos cumpliendo nuestras prioridades, tendremos hecho lo más difícil y sentiremos que lo demás viene rodado. Hacer lo importante primero y convertirlo en hábito es la mejor manera de asegurarnos el éxito. Si te cuesta arrancar por las mañanas, tanto más beneficioso será para ti planificar la agenda y empezar con buen pie.
Algunos consejos para encarrilar el día:
Desayuna
Acostúmbrate a tomar un desayuno completo y equilibrado, numerosos estudios señalan la importancia de la primera comida del día. Un buen desayuno mejora la atención y nuestro estado de ánimo. El café o el té es otro gran aliado matutino.
Lo más difícil es dar el paso y comenzar
Nuestro día debe comenzar escribiendo el To-Day List con las tareas prioritarias, cuando nadie te moleste. Pregúntate: “¿qué tengo que hacer hoy?”. Cuando tengas definidas tus tareas, te será más fácil comenzar.
Habla con los tuyos
Fortalece tus relaciones personales antes de salir de casa, da los buenos días, desayuna en compañía si tienes la oportunidad.
Inspírate
Recuerda cuál es tu motivación, por qué haces lo que haces. Puedes escucha alguna canción optimista, poner la radio, ver algún vídeo de automotivación en Youtube.
Infórmate
Ponte al día con información sobre tu negocio, consulta aquella noticia que tenías guardada para más tarde, echa un vistazo a alguna web que te resulte interesante. Se trata de una breve ojeada que no te lleve demasiado tiempo, sino el suficiente para mantenerte conectado.
Haz ejercicio
No hace falta salir a correr de madrugada, pero empezar con una breve rutina de ejercicio aeróbico (saltos, flexiones) ayudará a tu cuerpo a recobrar la energía.
Aprovecha la primera hora
Cuando llegues al trabajo, no pierdas tiempo junto a la máquina del café o cotilleando con los compañeros. Da los buenos días y ponte en funcionamiento cuanto antes para exprimir el pico de productividad que todos solemos tener a primera hora, cuando te resulta más fácil enfocar tus energías en lo importante porque tu mente está despejada. Después tendrás tiempo de parar a descansar y relajarte.
Evita las reuniones a primera hora
Es preferible establecer las reuniones en horas de baja energía (antes de comer o a media tarde) para que reservemos nuestra atención para las prioridades lo más temprano posible.