Si el aburrimiento acecha, tenemos la solución: acude a tu lista y aprende a priorizar tareas. Sigue leyendo y descubre cómo ser productivo cuando tienes esos momentos en los que no sabes qué hacer.
El aburrimiento mata la productividad
Cuando estamos aburridos es posible que nos sorprendamos a nosotros mismos perdiendo el tiempo en Internet, visitando páginas que no nos interesan, viendo vídeos en YouTube a los que no sabemos muy bien cómo hemos llegado o consultando continuamente el correo sin tomar realmente ninguna decisión sobre ningún e-mail. Estás dejando escapar valiosos minutos de tu vida, por ello debes parar y preguntarte qué deberías estar haciendo en lugar de desaprovechar el día.
- Cierra el navegador de Internet
- Sal de tu correo
- Deja las redes sociales
- Apaga o silencia tu teléfono
- Descansa durante 5 minutos
- Ordena tu espacio de trabajo
- Accede a tu lista de tareas
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Lista de tareas ante la falta de productividad
Cuando sientes que estás cansado o desganado, en definitiva, aburrido, abres la puerta a las distracciones. Y cuanto más tiempo pases distraído, menos tiempo empleas en hacer lo que tienes que hacer. De hecho, gran parte de las aplicaciones de productividad están enfocadas precisamente a acabar con los despistes que nos alejan de la eficiencia.
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Es un error pensar que el aburrimiento llega cuando no hay mucho que hacer. No siempre es así, ya que a veces las personas más desanimadas son aquellas que están sobrecargadas. De ese exceso de tareas o responsabilidades nace la frustración, que en algunas personas se transforma en ese cansancio que ataca nuestra eficiencia.
Para evitar que el aburrimiento haga mella y te distraiga, el primer paso es recordar lo que tienes que hacer y tratar de cumplir con tus prioridades. La mejor herramienta para lograrlo es nuestro To-Day List, sigue estos consejos para sacar de ella el máximo provecho:
Mantén tu lista siempre visible
Si quieres aprender a priorizar tareas tienes que conseguir que tu listado de tareas sea realmente útil. Para ello, debes mantenerlo accesible en todo momento, de manera que también lo tengas presente en tu mente. Puedes escribirla sobre un dispositivo digital (el móvil o alguna app específica para ello) o en un papel físico que lleves siempre contigo. Recuerda que no debe ser un listado excesivamente largo. Al contrario, incluye en ella sólo aquellas tareas que sí o sí tienes que realizar en el día.
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Revísala con frecuencia
Si mirásemos nuestra lista de tareas con la misma regularidad con la que comprobamos el correo, posiblemente fuéramos todos mucho más productivos. Cuando no sepas qué tienes que hacer a continuación, comprueba tu To-Day List. Si lo has completado, puedes añadir más tareas sobre la marcha, únicamente aquellas que estés seguro de poder completar.
Haz otra lista
Apunta todo lo que se te haya ocurrido durante tu tiempo de inactividad, para poder recordarlas en el futuro. Hay quien sostiene que durante los momentos de aburrimiento experimentamos ciertos picos de creatividad que, bien gestionados, podemos aprovechar.
Ordena tu lista
Revisa que las acciones y tareas del To-Day List estén correctamente priorizadas y recuerda que no se trata de tener una gran cantidad de tareas completadas, sino de realizar primero las más importantes para cumplir con tus objetivos.
Revísala con frecuencia
Sí, de nuevo te recordamos que consultar tu lista de tareas con asiduidad es un hábito que hará crecer tu productividad. Mírala especialmente cuando sientas que no tienes nada que hacer. Acude a ella como si fuera tu gran amiga.
¿Qué truco de productividad utilizas tú para combatir el aburrimiento?
