En el mundo del e-learning predomina una tendencia al alza de sobra conocida por los expertos en formación online. Se trata de los ‘serious games’, puntal de la llamada ‘gamificación’ y motor de muchos programas de formación de empresas y negocios.
La mayoría de los serious games son RPGs (Role Play Games), lo que implica que hay usuarios que adoptan el papel (rol) de esos “actores invisibles” que actúan en base a las decisiones que toma el jugador. El vademécum de esos serious games para la formación corporativa se basa en cuatro elementos: el aprendizaje (contenido y pedagogía), la historia (con personajes, escenarios y narrativa), el juego y la experiencia de usuario.
Los programas de e-learning que se basan en la máxima “aprender haciendo” son un sueño hecho realidad para aquellos empresarios que se sienten frustrados con el bajo rendimiento de sus empleados. ¿Cómo involucrarles en una formación online? Muy fácil: con los personajes de un serious game. Los expertos aseguran que contar una historia es a veces la única manera de activar ciertas partes de nuestro cerebro para que los oyentes se involucren en la experiencia. También es la mejor manera de afianzar ideas y conceptos. ¿Por qué son efectivas estas formas de aprendizaje? Pensemos simplemente en la forma narrativa de nuestras conversaciones diarias o de cómo le contamos algo a un amigo. Se calcula que el 65% de nuestras conversaciones son historias. Si un empresario tiene un proyecto en mente, la mejor forma de convencer a los inversores es crear una historia alrededor del proyecto hasta llegar a captar la idea y persuadir.
En el entorno didáctico, un argumento captura la mente del alumno y evita la dispersión, ayuda a retener mejor y durante más tiempo los conceptos aprendidos. La historia es el componente creativo y entretenido de la formación gamificada, el alumno se siente como un héroe que ha resuelto un problema a través de los personajes, sus roles, desafíos y dilemas presentados.
Los serious games, además de la historia, cuentan por supuesto con el contenido pedagógico que el alumno está dispuesto y deseoso de asimilar para mejorar sus habilidades profesionales y personales. El objetivo es equilibrar la diversión con las funciones formativas, simplemente ese aprendizaje se “encapsula” en un formato de entretenimiento. Más allá del aspecto artístico, ‘serious games’ como Navieros o Triskelion lo que hacen en realidad es desarrollar una historia en torno a una problemática real –y aquí entra la ciencia. En el caso de Navieros, el primer videojuego de Gamelearn sobre negociación, el alumno adopta el personaje de Carlo Vecchio, un comerciante medieval. El escenario es la Venecia del Siglo XV y el usuario debe utilizar su inteligencia y creatividad para lograr acuerdos win-win. En Triskelion, el curso en gestión del tiempo, el alumno se convierte en Robert Wise, un profesor de historia que busca las pistas de un tesoro mientras gestiona su agenda, organiza tareas, asiste a reuniones, etc.
Los usuarios de estos simuladores practican y ponen a prueba sus conocimientos a través de escenarios y personajes. Esto favorece que se viva la experiencia prácticamente como si fuera en primera persona. Adicionalmente, los mejores ‘serious games’ del mercado ofrecen feedback específico y descriptivo que sirve al alumno para reforzar ese aprendizaje y conducirles al éxito personal y profesional.