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En qué consiste ejercer liderazgo con visión

Hay una tendencia habitual en muchos líderes de equipo que es pensar en el corto plazo y “apagar fuegos”. Las reuniones suelen convertirse en reuniones muy operativas, tácticas, donde se ejecuta lo inmediato y no se mira más allá.

Para que tu equipo no se sienta como los caballos que tiran del carro con un líder a cuestas, debes darles una visión más a largo plazo, delegando las tareas del día a día y dando a tu equipo una gestión más estratégica.

Qué es la visión de empresa

Cualquier empresa debería tener definidas en su manual de marca su misión y visión.

  • La visión se refiere a lo que quieres ser en el futuro, por ejemplo, en 5 o 10 años.
  • La misión consistiría remite a cómo vas a llegar allí.

Es importante transmitir este tipo de conceptos al equipo y hacerlos realidad con proyectos, casos de éxito, testimonios de clientes, datos, diseños… Cualquier elemento que sirva para ejemplificar el propósito real de la empresa.

Misión y visión nunca pueden ser:

  • Ganar más dinero.
  • Salir a Bolsa.
  • Conseguir una ronda de inversión millonaria.

La misión y visión deben ser aspectos más profundos que nos ayuden a crear un proyecto sostenible. Un proyecto que pueda crecer más allá del núcleo de sus fundadores.

Definir claramente tu visión y misión es algo importante. Dedícale tiempo y comparte con tu equipo este proceso. Tu equipo más cercano se debe sentir parte del proceso y co-creador de estos elementos esenciales para la cultura de tu empresa.

Cómo se transmite la visión corporativa

Para hacer que estos mensajes lleguen a todos es muy importante que, tanto si sois pocos en vuestra empresa o estéis empezando, o si formáis parte de una gran multinacional, no perdáis la oportunidad de crear reuniones internas. Dedicar tiempo a la cultura interna es esencial. El equipo interno debe sentirse unido, perteneciendo al proyecto, con información clara y que llega de forma directa.

Uno de los principales problemas en las empresas más grandes es la comunicación interna. Es usual encontrarse con problemas de distribución de la información, canales para comunicarnos con nuestro equipo que no llegan, no existen o no funcionan.

Desde el inicio de tu proyecto, debes diseñar ciertas rutinas que permitan al equipo comunicarse de forma eficaz.

  • Una reunión rápida de 30 minutos a diario puede ser suficiente.
  • Una reunión semanal de 1 hora o 2 horas.
  • Una reunión mensual más duradera, con todas las áreas.

Diseña un calendario que te permita tener estos espacios de comunicación. Son esenciales, son momentos de liderazgo y claves para transmitir nuestra misión y visión.

Construir la visión en equipo

Habla a tu equipo sobre por qué es relevante a dos o tres años vista. Medir ahora es importante aunque los datos no sean los más determinantes. Haz pruebas para descartar cosas que no funcionan. Sigue probando, experimenta e identifica dónde están los aciertos. Habla con gente que haya realizado acciones exitosas y comprueba cómo mejorar en áreas estratégicas, aunque a día de hoy la muestra sea muy pequeña.

Tu equipo tiene que ver como las piezas que manejan forman parte de un puzle más grande y que esas piezas que manejan son tan importantes como el conjunto.

Ese sentimiento de pertenencia y responsabilidad en el proyecto es esencial que se pueda transmitir a todo el equipo y que cada uno, dentro de su parcela, se sienta con la autonomía suficiente para desempeñar su papel, teniendo como objetivo visible esta construcción de un proyecto colectivo.

Qué ocurre con el liderazgo sin visión

Es corriente tener equipos donde el líder es básicamente un capataz que ejecuta órdenes en cascada. No se cuestiona para qué, no se cuestiona dónde encaja esta acción en el conjunto, no se mira más allá.

Esto suele desembocar en un equipo dividido donde cada uno acepta su tarea a corto plazo y no hay más aspiración que la de ejecutar esa acción concreta. Un equipo así fácilmente cae en la desmotivación y en la desunión. Cualquier excusa será buena para retrasar una entrega o procrastinar de alguna manera.

Hay empresas de servicios donde podemos pensar que la misión y la visión no son necesarias. Se nos puede ocurrir una clínica veterinaria, una consulta de dentista o un bufete de abogados. Podemos creer que su tarea principal es atender al cliente y resolver el problema presentado, sin embargo, en estos casos, la misión y visión deberían centrarse en “cómo dar ese servicio”. Donde más se puede aportar es en crear una experiencia realmente innovadora.

Existen muchas tareas concretas que podemos definir junto a nuestro equipo para crear una mejor experiencia con nuestros clientes. Esa visión, más allá del desafío diario, es de mejora continua. Es necesario definir indicadores con tu equipo y establecer objetivos que supongan un reto. Este tipo de prácticas las podemos aplicar a cualquier sector, empresa o proyecto.

El reto como líder es definirlas y asignar a cada grupo su cuota de responsabilidad. Habrá de crear los equipos que sean capaces de ejecutar esas acciones de formación, soporte, desarrollo, coaching, etc. Tu responsabilidad como líder es la creación de esa misión y visión y ser capaz de crear un equipo que pueda sacar adelante el proyecto.

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