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El desafío de las 'edtech': la adopción acelerada de la formación online

En un momento en que los encuentros profesionales solo pueden ser online, como la propia formación, The Venture City, fondo inversor y acelerador de startups, ha organizado uno entre varios representantes de empresas dedicadas a la educación online. La coyuntura, sin duda, justifica su relevancia. El uso del e-learning se ha disparado con el confinamiento originado por la crisis sanitaria y sus actores han ganado protagonismo.

Entre los participantes, tanto profesionales dedicados a la educación dirigida a bebés y niños de corta edad, como Gustavo Rodríguez, CEO de BabySparks, hasta la cofundadora de Gamelearn, plataforma de game-based learning para formación corporativa, Mai Apraiz, pasando por perfiles centrados en un público infantil o juvenil como Daniel González, fundador de Smartick, o Pablo Lara, Director de Educación del Grupo Planeta.

La presencia de todos ellos, sumada a la de la fundadora de Misstudy, plataforma que apoya a estudiantes universitarios, o de Denise Abulafia, fundadora de Educatina, ofrece una imagen representativa de lo vasto y complejo que puede ser el muestrario de la educación online. Como bien apuntaba en algún momento Daniel González: “No se puede aplicar el mismo patrón de análisis a la formación corporativa que a la escolar”. Aun así, la charla resultó enriquecedora como prisma aglutinador de las distintas casuísticas que convergen en el mundo edtech.

¿Cómo influirá la crisis actual en la formación online?

Todos los participantes en la charla coincidieron en apuntar que, más allá de cambiar radicalmente la perspectiva del sector, que todavía tendrá que hará frente a inercias aprendidas, esta crisis sanitaria ha supuesto una forzada aceleración en la hasta ahora lenta adopción de tecnologías digitales aplicadas al aprendizaje.

“Habrá que trabajar para que este salto coyuntural se convierta en uno más estructural”, Pablo Lara, director de Educación en Grupo Planeta y presidente de Edutech Cluster

Este fenómeno disruptivo lo ilustra a la perfección una startup como Smartick que ofrece un método de enseñanza de matemáticas para niños y adolescentes de hasta 14 años. Su fundador explica cómo en el último mes su número de suscriptores ha crecido lo equivalente a sus ocho primeros años. Es decir, su empresa crecía lentamente y la presente situación ha disparado en poco tiempo el desnivel ascendente de esa curva.

Captura de un momento de la ‘techtulia’ organizada por The Venture City

De ahí que Pablo Lara, que también preside Edutech Cluster, hub de innovación educativa, hable de cambios previstos con “luces cortas” y “luces largas”. Desde su punto de vista, la industria edtech ha avanzado y muchos actores involucrados, como padres o alumnos, son más proclives a aceptar esa tecnología. Sin embargo, a largo plazo, en su opinión y hablando de España, aún no hay suficiente contenido digital ni dispositivos en el sistema educativo tradicional. “Habrá que trabajar para que este salto coyuntural se convierta en uno más estructural”, advierte.

¿Estamos listos los para los desafíos que nos aguardan?

Como apunta Daniel Yuste, desde The Venture City, a todos los niveles, el sector educativo está “prototipando”, como se diría en la jerga de las startups. Ha tocado experimentar con el modelo digital mientras nos vemos obligados a adoptarlo.

Se ha confirmado que la tecnología es el casi único vehículo para mantener la realidad y “ahora lo que nos empieza a preocupar si los contenidos son adecuados, si la formación corporativa continua va a ser eficaz y cómo vamos a reciclar a las personas que pueden verse obligadas a cambiar su perfil profesional”, explica Daniel.

En este sentido, parece acertada la referencia de Pablo Lara sobre la motivación común que comparte cualquier empresa edtech. El uso de la tecnología en el sistema educativo, tengan los alumnos la edad que tengan, tiene un mismo objetivo: mejorar la eficiencia, como se persigue con la digitalización en cualquier empresa, y la eficacia, es decir, la mejora de resultados.

Con mayor o menor resistencia, ese es el trabajo que queda por delante una vez que la realidad ha forzado un “prototipado” de lo que puede ser la formación a partir de ahora.

Gamelearn: la ventaja de apostar por la innovación digital desde el principio

En Gamelearn, la apuesta por el canal digital y por la innovación ya viene de atrás. Durante más de 10 años, esta empresa ha logrado convencer a muchas organizaciones de la eficacia del aprendizaje basado en videojuegos y, ahora, en un momento donde todo el mundo mira al e-learning, ellos ya tienen mucho camino andado.

La formación online en el ámbito corporativo, además, tiene de por sí una larga trayectoria. El único obstáculo puede ser la querencia de algunos directivos a resistirse.
La crisis actual ha empujado a esos órganos de decisión reticentes a unirse a un proceso que, como apunta Mai Apraiz, “ya estaba en marcha y no iba a parar”. En su opinión, Gamelearn “ha demostrado que los resultados obtenidos por el game-based learning pueden ser equiparables o mejores que los de la formación tradicional”.

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