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La gamificación de la formación como antídoto ante la falta de motivación

La irrupción de la gamificación en la formación corporativa se ha convertido en la solución a uno de los grandes problemas a los que debe enfrentarse la empresa actual: la falta de motivación de los trabajadores. Y sin motivación, surgen nuevas preocupaciones: falta de compromiso, actitud negativa, conformismo, disminución de la productividad personal, empeoramiento del ambiente laboral…

De ahí que la motivación del empleado se haya convertido en un nuevo y poderoso campo de investigación dentro de la formación corporativa. Los departamentos de recursos humanos lo saben y por eso lo han probado todo hasta que han dado con la clave: gamificar las empresas.

En un entramado empresarial en el que sólo el 13% de los empleados se siente motivado, según este estudio realizado por Gallup, el juego se convierte en la herramienta más poderosa que existe en la formación corporativa si se quiere cambiar esta tendencia.

Gamificar se refiere al uso de los principios y las mecánicas del juego en situaciones que no tienen nada que ver con el juego. Pero, ¿por qué son tan efectivas las técnicas de gamificación en la motivación de un empleado? Aquí tienes 5 razones de peso:

1. Generan compromiso y mejoran el engagement

El empleado se convierte en un jugador con objetivos y tareas por cumplir en un marco en el que debe competir con otros. Esta competencia (mediante los leaderboards o las clasificaciones) por ser el mejor o evitar ser el último genera mayor compromiso y engagement en el trabajador.

2. Involucran a través del reconocimiento personal

Uno de los elementos más potentes de la gamificación son los sistemas de recompensa. No hay nada que motive más que saber que tus acciones y decisiones pueden tener un reconocimiento personal o, también, el reconocimiento de los propios compañeros.

3. Fomentan la proactividad y la interacción

El elemento social de gamificar. Los trabajadores interactúan entre ellos, comparten sus experiencias y generan nuevos vínculos que mejoran el ambiente laboral y fomentan su proactividad.

4. Divierten, entretienen y enganchan

La gamificación se basa en el juego y si has sido jugador sabrás que el juego divierte, entretiene y engancha. La diversión debe convertirse en una meta por sí misma para lograr la motivación que buscamos en el trabajador.

5. Elevan la motivación y la productividad

Es el fin último de la gamificación de la formación corporativa. Tener un trabajador motivado repercute directamente en su rendimiento y productividad. Y los departamentos de recursos humanos cada vez lo tienen más claro.

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