La creatividad siempre ha sido una habilidad diferencial y demandada dentro del desarrollo personal y empresarial de las personas. Descubrir y plantear nuevas ideas, pensar “fuera de la caja”, para solucionar situaciones es la base del pensamiento lateral.
Las empresas innovadoras y que sobresalen por su diversidad promueven el pensamiento lateral, ya que las posibilidades se hacen infinitas y los beneficios son evidentes.
Conoce los pasos que debes seguir para emplear el pensamiento lateral en tu empresa y así potenciar el desarrollo de los equipos a un nivel único:
1. Abre la mente
Según Edward de Bono, psicólogo por la Universidad de Oxford, debemos buscar nuevas ideas, salir de nuestra zona de confort y cambiar nuestras perspectivas, eso nos permitirá dejar a un lado los estereotipos empresariales y conceptos tradicionales pertenecientes al imaginario colectivo del que todos formamos parte.
A través de este proceso podemos cambiar nuestras percepciones para desarrollar nuevas ideas dentro de las compañías, que no hubiesen sido posibles con el pensamiento vertical o lógico.
Es así como abrir la mente nos permite multiplicar las posibilidades y crear nuevas reglas que se adapten a las ideas desarrolladas. La imaginación se hace infinita y todos los miembros de la empresa deberán hacer lo mismo para comprender, analizar y aceptar los nuevos límites creativos de los empleados.
Un ejemplo práctico para expandir los límites de la mente es la utilización de la pregunta “¿por qué?” hasta llegar a múltiples alternativas con una explicación satisfactoria. Al aplicar varias veces esta pregunta a un tema o situación, somos capaces de generar inquietudes creadoras que nos llevan a replantearnos los modelos cotidianos a los que estamos acostumbrados.
Si una empresa suele tener todas las reuniones presenciales de grupo los martes por la mañana, aplicar la pregunta “¿por qué?” podrá llevarnos a descubrir alternativas, por ejemplo hacer reuniones online y no necesariamente los martes. Aceptar las nuevas posibilidades que surjan durante el proceso es el primer paso para abrir las puertas a la creatividad.
2. Promueve la creatividad
Con los horizontes abiertos, es importante impulsar el desarrollo de ideas creativas. En palabras de Edward de Bono:
“La creatividad y la simplificación se complementan enormemente. Es preciso hallar nuevas formas alternativas de hacer las cosas”.
Sin embargo, no cualquier idea por ser diferente y simple será eficaz. Es necesario que las ideas tengan valor agregado y diferencial, lo que aportará propuestas empresariales exitosas.
Un buen estímulo creativo son los recursos visuales. Por ejemplo, una fotografía nos permite practicar interpretaciones creativas, no solo de nuestros modelos de conocimiento adquirido, sino que también nos permite combinar dichos modelos, trasladarlos a otros contextos e incluso desarrollar nuevas alternativas.
De la fotografía de un producto, pueden surgir múltiples ideas, desde lo más evidente hasta lo más abstracto:
- Descripción de la representación gráfica.
- Explicación de lo que vemos en la imagen.
- Proyección del futuro del producto.
- Alternativas imaginativas que pueden ser tan diversas como el imaginario del usuario.
3. Adelántate al problema
Los seres humanos están acostumbrados a reaccionar ante su entorno y en ambientes empresariales es común que los empleados esperen el surgimiento de un problema para actuar.
En contraposición, el pensamiento lateral busca la proactividad y la valentía para apostar por ideas sin miedo a fallar. Lo cierto es que no todas las ideas son un éxito, pero eso no debe ser un límite para expandir los límites creativos y adelantarse a los posibles problemas que puedan surgir.
Ante cualquier problema pueden existir múltiples soluciones. Por ejemplo, ante una situación se pueden plantear tres soluciones generales adaptables a cada caso:
- Superar la dificultad.
- Planificar o crear algo nuevo.
- Eliminar el punto problemático.
Estos tres aspectos genéricos se pueden aplicar con antelación al desarrollar una propuesta de valor en una campaña empresarial. De esta forma, no solo se incluyen varias alternativas creativas, sino que también se hace una previsión a futuro de posibles cambios durante la situación.
En algunas propuestas, los tres aspectos se pueden ampliar o incluso pueden surgir supuestos que carezcan de solución satisfactoria. Sin embargo, este proceso expande los límites de la imaginación y genera feedback sin que sea necesario esperar a un error para actuar.
4. Plantea el azar
Una vez que hemos salido de nuestra zona de confort y nuestra creatividad ofrece ideas de valor para adelantarse a los problemas, es importante tener en cuenta el factor del azar, es decir, todo aquello que se escapa de nuestro control, pero aún aun así puede ocurrir y afectarnos.
Estimular el pensamiento lateral tomando en cuenta elementos que no tienen relación evidente con la situación planteada permite evaluar relaciones forzosas y descubrir soluciones nuevas que no hubiesen sido posibles desde otra perspectiva más limitante.
Una técnica efectiva es el uso de palabras elegidas aleatoriamente sobre un contexto o tema específico. Para ello se recomienda utilizar el diccionario. De esta forma se superan las limitaciones del pensamiento lógico a través de la incorporación de nuevas variables al modelo. Esta reestructuración previene la influencia de arquetipos y fomenta múltiples alternativas, sin importar que tan probables creamos que sean dichas situaciones.
5. Aplica la lógica a la inversa
El pensamiento vertical es totalmente opuesto al pensamiento lateral, el primero se enfoca en todo aquello que tiene coherencia según el sentido común y la lógica tradicional a la que estamos acostumbrados.
El pensamiento lateral nos permite plantearnos situaciones inversas, supuestos de valor nunca antes mencionados. Esto nos permite plantear escenarios invertidos que no siguen el orden lógico de las cosas, lo que permite vislumbrar soluciones y analogías nunca antes planteadas.
Por ejemplo, una empresa que diseña puertas puede plantearse múltiples inversiones:
- Puertas que no sean rectangulares.
- Sistemas de apertura inversos.
- Apertura por reconocimiento facial.
- Completa uniformidad de diseños.
Algunos supuestos podrán parecer simples, sin embargo, no tiene importancia, la idea es dejar que los supuestos fluyan con total libertad, por lo que puede invertirse desde un aspecto o hasta una interpretación del tema.
En definitiva, esta guía es la base para aplicar el pensamiento lateral en entornos empresariales y convertir el trabajo en una experiencia más innovadora, participativa y consciente.
Salir de la zona de confort y apostar por nuevas propuestas de valor es la clave para la supervivencia de las empresas en el entorno competitivo e incierto en el que vivimos. Atrévete a apostar por el pensamiento lateral en tu empresa y los cambios te sorprenderán.