Tienes en tus manos la fórmula de la productividad y aún no lo has descubierto, pero te lo vamos a contar. No se trata de una ecuación mágica o de una receta universal. Es mucho más sencillo y puedes empezar a utilizarla desde este momento. Si quieres gestionar tu tiempo de una forma eficaz debes empezar por aquí: saber elegir qué no hacer hoy.
Como cada mañana tienes delante tu to-day list con una amplia lista de tareas por hacer y eres consciente de que no estás capacitado para cumplirla. Pero te da igual y decides tirar hacia delante porque confías ciegamente en tus grandes poderes. Sin embargo, con el paso de las horas te das cuenta de que no eres un súperheroe y de que no vas a llegar por mucho que aprietes los dientes.
Aquí tienes los ingredientes de la fórmula de la productividad que te ayudarán a elegir qué no debes hacer hoy:
1. Establece tus prioridades
Las tareas que tienes en el to-day list pueden ser interminables, pero debes saber diferenciar qué es prioritario y qué no. Define qué tareas por orden de importancia debes tener completadas sí o sí antes de pasar a las de menos importancia.
2. Declina reuniones
Las reuniones pueden llegar a ser una pérdida de tiempo. Elige las reuniones que estén bien planificadas, enfocadas, con temas y tiempos de agenda y que sean relevantes para la consecución de tus tareas prioritarias.
3. Tacha tareas
Sí, puede parecer una locura, pero aquellas tareas que no sean prioritarias o importantes o que no tienen porqué cumplirse ese día pueden ser tachadas. Así evitas las pre-ocupaciones y reduces tu estrés.
4. Di “No”
La palabra “No” se puede convertir en el gran aliado de una persona productiva y el mayor protector de tu preciado tiempo. Di “no” a aquellas tareas que no sean prioritarias o que no estén planificadas.
5. Decide tú y decide ahora
No esperes a que los acontecimientos del día a día decidan por ti qué debes hacer o no. De la misma manera, no dejes que sean los demás los que determinen qué tareas tienes que planificar para el día de hoy.
6. Programa tus tiempos
Eres el que mejor te conoces, así que aprovéchalo. Ten en cuenta los momentos en los que eres más productivo y rindes mejor para calcular y programar la realización de las tareas que has priorizado. Recuerda que no tienes superpoderes.
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¿Tienes una fórmula para mejorar tu productividad?