¿Por qué evitamos delegar?
Liderar y delegar van de la mano. Para algunas personas, delegar es fácil. Para otras, dejar en manos de los demás incluso la tarea más trivial, es casi misión imposible.
Muchos se escudan en que son más eficientes si ellos mismos hacen el trabajo. El instinto es hacerlo todo uno mismo, lo que ha convertido “la delegación de tareas” en una de las habilidades de gestión más infrautilizadas dentro de las empresas. El temor a dejar algo en manos de subordinados, la cultura organizacional, el recelo de ser prescindibles o un equivocado complejo de culpa al cargar a otros con nuestro trabajo, hacen que delegar se haga cuesta arriba.
¿Por qué es importante delegar?
Aceptar que no puedes hacerlo todo tú mismo es el primer paso para delegar. El reto no es delegar cuanto más mejor –lo que podría derivar en una falta de control- sino delegar de forma correcta y efectiva aquellas tareas que quieres y puedes delegar.
Tendremos tiempo y energías para hacer tareas más importantes
Al delegar lo que no necesitas hacer personalmente, liberas tiempo que puede resultarte valioso para otras tareas que requieren tu experiencia y energía. Delegar aumenta tu capacidad para trabajar de forma estratégica y deja tiempo para la planificación, mejorando así los sistemas de organización.
Harás crecer a tu equipo
Buscar a otras personas para hacer un trabajo ayuda a desarrollar sus capacidades y les hacen sentir valiosos. Alientas la satisfacción laboral de tu equipo a través de la responsabilidad compartida. Delegando en alguien le ofreces la oportunidad de sobresalir y tener éxito, y por extensión harás que tu negocio prospere.
Fomentas la creatividad y la eficiencia
Delegar promueve el trabajo en equipo y ofrece diferentes puntos de vista para abordar un asunto, lo que se traduce en un aumento de la eficiencia y productividad.
Es el mejor entrenamiento
Si delegas varias veces en miembros de tu organización, puede ser una buena manera de entrenarles por si en algún momento no estás en la compañía. Te aseguras que otras personas sepan cómo hacer las tareas.
Fortalece la organización
Delegando favoreces el compromiso dentro de la organización. Los empleados aceptan tu autoridad y se comprometen a rendir cuentas sobre la tarea encargada.
En el siguiente post abordaremos cuál es la forma adecuada de delegar. Y tú, ¿delegas?