CSU Global es una universidad estatal sin afán de lucro, 100% en línea, y totalmente acreditada por la Comisión de Enseñanza Superior en Estados Unidos. Este centro imparte cursos de grado y posgrado y emite títulos y certificados online. Se dirigen a lo que ellos llaman «el estudiante moderno», que puede trabajar a tiempo completo, pasar tiempo con familia y amigos y, aún así, ser parte de un programa académico riguroso que le permita obtener un título.
El desafío: motivar a unos estudiantes a los que los profesores no ven a menudo
El objetivo de incluir el game-based learning como parte de uno de los cursos de CSU Global fue realmente involucrar al estudiante. Los coordinadores del programa se dieron cuenta de que necesitaban mantenerse al día con las tendencias y vieron en la gamificación un elemento de gran fuerza, capaz de integrarse en sus cursos académicos.
En su búsqueda, dieron con distintos tipos de simuladores, pero no había nada realmente parecido a lo que querían. Entonces la plataforma Gamelearn les llamó la atención y quisieron ver cómo podían hacer suyo el aprendizaje basado en videojuegos, si les podía funcionar. Todos los cursos de CSU Global son virtuales y se esfuerzan mucho por ser interactivos en sus conferencias. No quieren que sus estudiantes se queden sentados leyendo la pantalla. El videojuego suponía ir un paso más allá para involucrar activamente a los estudiantes.
Solución: Pacific, el serious game de negociación y resolución de conflictos
El equipo pedagógico de CSU Global dio el salto al game-based learning con el videojuego Pacific, gracias a su temática y lo integraron en uno de los cursos, para combinarlo con su contenido.
El mayor desafío fue hacer coincidir la secuencia del curso con el hilo del juego. Para ello, incluyeron la parte teórica sobre delegación y gestión de tareas al principio, porque así aparece en el juego. Así, en la tercera o cuarta semana, los estudiantes tenían todo lo que necesitaban para jugar y, mientras lo hacían, el profesorado iba abundando en la resolución de conflictos y la necesaria retroalimentación. De esta manera, cuando alguno de estos elementos aparecían en el videojuego, los estudiantes ya habían oído hablar de ellos. Todo el curso quedó bien engranado, teniendo en cuenta tanto la parte lúdica, como el contenido teórico.
Una de las responsables del programa del curso, Sheila Landfair-Mueller, se pregunta y se responde a sí misma: “¿Hubiéramos presentado el contenido en otra secuencia sin el juego? Sí, seguramente, pero en realidad no importaba, porque el juego estaba ahí para apoyarlo». Además, señala: “El juego es muy intuitivo, las instrucciones de navegación son muy claras, así como las acciones que deben realizar los estudiantes y los profesores a lo largo del curso. No creo que tuviéramos ninguna confusión o problemas al respecto. Las aclaraciones que necesitábamos aportar eran mínimas».
CSU Global está estructurado de manera que que cada profesor está a cargo de sus cursos. Los coordinadores del programa crearon el contenido con sus expertos, pero luego el profesorado tomó ese contenido y lo adoptó como propio, por lo que también era importante que ellos estuvieran convencidos de la eficacia del material y de la metodología.
En ese sentido, Dina Samora, la otra responsable del proyecto, explica: “Una vez que logramos integrar el juego en el curso, fue fácil convencer a la mayoría de los profesores y por supuesto a los estudiantes. Los que se inscribieron en el curso, unos 400, no tenían idea de cómo iba a ser el curso y lo aceptaron con entusiasmo».
La fuente primaria de información en la clase magistral es verbal o escrita, por lo que semanalmente cada una de ellas se correspondía con una parte del juego. Además de configurar las actividades y lecturas que debía realizar el alumno, se añadía esa parte gamificada y funcionaba.
“Pacific, en cierto sentido, es como un libro de texto, un libro de texto vivo. Los estudiantes pueden tomarlo y aprender, y pueden practicar las habilidades blandas que están aprendiendo, que es realmente lo que buscábamos. Es un entorno seguro para practicar, sin salir perjudicado, porque lamentablemente todos sabemos cómo eso puede ocurrir en las organizaciones reales. Nosotros mismos hemos aprendido a ser eficaces como líderes a base de errores, con muchas dudas. Eso se evita si se practica en una plataforma como la de Gamelearn”, afirma Dina. “Nos encantaría contar con ella para otros cursos”, añade.
Resultados: reseñas increíbles de estudiantes online que no esperaban jugar mientras aprendían
Teniendo en cuenta que CSU Global integró un serious game como parte del contenido regular de uno de sus cursos, los estudiantes inscritos disfrutaron de la experiencia. De hecho, pidieron repetir el juego, aunque no fuera posible. Les encantó.
El NPS fue de 35,7 y los estudiantes que completaron el curso le dieron una puntuación media de 8.09. El 86% de ellos recomendaría el curso de liderazgo a un compañero y casi todos lo encontraron aplicable a su vida profesional.