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Las ventajas de transformar los cursos presenciales en online

Poco después de que comenzara la pandemia, empezamos a oír el término «nueva normalidad» aplicado a las rutinas más básicas de nuestra vida cotidiana. Dos años después, este término se ha convertido en «normal» y se ha extendido a los más diversos ámbitos de nuestra vida, lo que ha llevado a las empresas a evaluar las tendencias y impactos de esta nueva realidad.

En todo el mundo se ha producido un aumento sustancial de la participación en el aprendizaje digital por parte de personas de todos los segmentos de la población activa. Esta gran aceptación se considera muy positiva, ya que ha contribuido a mantener la renovación o adquisición de competencias. Sin embargo, la migración de los programas de formación presencial al formato online requirió un esfuerzo adicional por parte de los equipos de L&D de las organizaciones que, además de aplicar soluciones tecnológicas a veces desconocidas al principio, se enfrentaron al reto de ofrecer una experiencia formativa eficaz, atractiva y motivadora a través de una pantalla. La digitalización afecta a todas las funciones empresariales, es decir, es una de las influencias de la innovación y el desarrollo. Las empresas no tienen elección: la necesidad de adaptarse a una nueva economía conectada, de avanzar en un entorno que cambia rápidamente, es urgente.

Este tipo de formación responde a las necesidades de los directivos que desean abordar la transformación digital y poner en marcha una estrategia que aporte crecimiento a su empresa: conocer los nuevos modelos organizativos, identificar las competencias y tecnologías a desarrollar, así como gestionar los riesgos y oportunidades inherentes a la transformación digital.

El proceso de digitalización de las empresas

En un entorno en el que las barreras al crecimiento y los retos de la gestión de personas son tan grandes es esencial entender cómo un buen líder puede marcar la diferencia. Los directores generales deben mantenerse activos y creativos, con una visión actualizada de los negocios y las relaciones. Y la diferencia la marcará cada vez más la correcta y productiva implantación de plataformas y sistemas de datos, el intercambio de información y la captación y retención del talento.

Las soluciones del pasado ya no sirven al líder de hoy. Los modelos actuales se han convertido en la norma, pero todavía son nuevos, con impactos que aún son difíciles de analizar en profundidad. Si en el pasado los medios para resolver los problemas previstos se encontraban en la formación, la pandemia también ha hecho necesario encontrar formatos de resolución adaptados a las diferentes dinámicas de la empresa, frente a obstáculos imprevisibles.

En el sector de los RR. HH, también es necesario que estos profesionales estén siempre al día. Son la puerta de entrada a los nuevos empleados y también reflejan la identidad de la empresa.

El proceso de contratación puede decir mucho sobre si una empresa es innovadora o no. ¿Quién quiere trabajar en una empresa que sigue utilizando herramientas o procesos antiguos? En este sentido, la transformación digital para los RR.HH. es ya una realidad. Y aún más, una necesidad.

Por lo tanto, la digitalización de una empresa puede llevarse a cabo de diferentes maneras y tarda algún tiempo en completarse, pero permite  observar varios beneficios prácticos como:

  • Aumento de la productividad.
  • Reducción de costes.
  • Mejor control de los datos.
  • Establecimiento de relaciones duraderas con los clientes.
  • Permiso al crecimiento sostenible.

La formación a través de una plataforma de e-learning

Mayor concienciación: al no ser necesaria la presencia física en un lugar y en un momento determinados, permite que personas de diferentes lugares y con diferentes estilos de vida puedan realizar la formación en cualquier parte del mundo y en cualquier momento. Esto lleva a una democratización de la formación.

Facilidad de acceso: todo lo que necesita para acceder a un curso de e-learning es un dispositivo con acceso a Internet.

Optimización del tiempo y los costes: no se desperdician recursos, como el alquiler y el equipamiento de la sala de formación, ni se pierde tiempo en desplazamientos. Es posible aprovechar el tiempo libre asistiendo a cursos o revisando contenidos. Como las lecciones están grabadas, pueden revisarse o estar disponibles, en diferentes contextos, tantas veces como sea necesario.

Contenidos más dinámicos: la formación online está abierta a estrategias pedagógicas que no son factibles en una aula, como los juegos. Un enfoque que utiliza los juegos para optimizar la experiencia de aprendizaje. Los juegos permiten comprender cuestiones específicas mediante la simulación, el ensayo y error y la resolución de problemas.

Disponibilidad inmediata: el curso online está disponible inmediatamente después de la inscripción. Toda la preparación de un curso online se hace por adelantado. Por lo tanto, algunos cursos pueden estar disponibles inmediatamente después de que el alumno se haya inscrito.

Respeto del tiempo de aprendizaje: un curso online respeta mejor el tiempo de aprendizaje de cada persona. Los alumnos pueden seguir el curso a su propio ritmo, los cursos pueden verse varias veces, los alumnos pueden elegir el momento del día en el que están más concentrados en el aprendizaje y elegir su propio camino de aprendizaje.

Las empresas pueden formar a sus empleados en función de su carga de trabajo y sus horarios, sin tener que sacrificar su negocio con jornadas de formación presencial ni sacrificar la disponibilidad del personal. Una empresa con múltiples sucursales, por ejemplo, ya no tendrá que pagar los desplazamientos y el alojamiento de su formador o de sus empleados para recibir formación en una fecha determinada, ya que el e-learning permite flexibilidad de tiempo y espacio.

¿Qué formatos están disponibles para la formación online?

El formato más habitual es el vídeo. Hay algunos ejemplos de este contenido que aparecen en algunas plataformas de e-learning. Estos vídeos, acompañados de foros para la discusión de preguntas y aclaración de dudas o ejercicios para la consolidación de conocimientos, son un recurso utilizado. 

Con características más complejas, el aprendizaje mixto combina la formación presencial con el aprendizaje a distancia mediante plataformas de apoyo al aprendizaje. En este formato, el contenido suele impartirse cara a cara, lo que abre un espacio para la interacción entre los alumnos y el formador, y la consolidación del aprendizaje (mediante ejercicios o alguna otra herramienta de evaluación) suele hacerse de forma no presencial.

También existe el game-based learning, que consiste en aprender a través de videojuegos. Este formato prepara a los alumnos para que comprendan el vínculo entre sus decisiones y los resultados empresariales a través de juegos virtuales y lúdicos que ejercitan habilidades empresariales clave como el pensamiento sistémico y estratégico, el razonamiento lógico y el trabajo en equipo, entre otras.

Los serious games pueden ser divertidos, pero ese no es su propósito. De hecho, la principal intención de esta categoría de juegos es proporcionar una experiencia diferenciada, que puede utilizarse para diferentes fines como la formación, la educación, el desarrollo de habilidades, etc. Además, esta metodología se puede adaptar a cualquier sector profesional.

Así, los serious games tienen elementos de juego y son realmente jugados por los participantes, pero proporcionan aprendizaje. Se trata, por tanto, de dispositivos que ayudan a la comunicación y asimilación de conceptos y que permiten mejorar la toma de decisiones, el desarrollo de estrategias y el ejercicio de diferentes funciones.

Por último, en algunos casos, la formación se imparte de modo individualizado, es decir, en un proceso de tutoría personalizado orientado a las necesidades específicas del alumno. En este caso, el contenido se puede impartir de varias maneras, es más caro y, evidentemente, menos habitual en cualquier empresa.

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