Los simuladores funcionan porque la mejor manera de aprender algo es haciéndolo. Cuanto más hacemos algo, más buenos somos en ello. ¿Cuántas veces los estudiantes que terminan una larga formación universitaria se sienten perdidos ante su nuevo reto profesional que, finalmente, logran dominar gracias a la práctica? La clave está en la praxis: cuanto más practiquemos, tanto más perfeccionaremos nuestra habilidad. Y esto es especialmente cierto con los simuladores para la formación corporativa.
Esto mismo es perfectamente aplicable al desarrollo de las soft skills, aquellas habilidades que fortalecen nuestro desarrollo personal y profesional y, por tanto, las que nos diferencian ante los demás por encima de nuestros conocimientos técnicos. El mayor peligro del aprendizaje de habilidades directivas es el riesgo que supone equivocarse. Sin embargo, el error forma parte del día a día de cualquier proceso didáctico. Entonces, ¿cómo aprender sin riesgo? Mediante el uso de simuladores.
En el mercado existen ya simuladores para el desarrollo de las soft skills como el simulador de negociación Navieros y el simulador de gestión del tiempo Triskelion, ambos desarrollados por Gamelearn, que permiten al usuario aprender sin riesgo en un escenario que emula situaciones reales. El desarrollo de habilidades directivas requiere de la puesta en práctica de las mismas. Con los simuladores, epicentro de los serious games, los alumnos reciben feedback personalizado y evaluación constante, asegurando así el aprendizaje.
Sin el elemento “simulador”; el ejercicio de habilidades directivas por medio de videojuegos no sería posible. Aprendemos más cuando nos ponemos metas, más allá de las calificaciones. Si encontramos aplicabilidad en la materia, un contenido atractivo y eliminamos el miedo al fracaso al tratarse de un entrenamiento, el resultado de la práctica de habilidades mediante simuladores es muy positivo. Cuando nos encontramos ante estas condiciones estamos ante el g-learning o, en otras palabras, ante la tendencia de aprender haciendo.