El uso de juegos para enseñar, conocidos como serious games, viene experimentando un crecimiento en muchos sectores. Por ejemplo, los videojuegos ya son más efectivos que la formación tradicional a nivel corporativo. Recientemente, también está aumentando su aplicación en el ámbito de la salud. ¿Quieres saber cómo?
Juegos para cambiar los hábitos de los pacientes
Son muchos los factores que influyen en este importante desarrollo. En Harvard han investigado sobre la utilización de las nuevas tecnologías para la mejora del sistema de salud y la gamificación ha sido una de las claves.
Desde el Global Hearth Informatics de la facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, el doctor Yuri Quintana apuesta por el uso de los juegos para aprender, cuya misión es “cambiar y motivar” el comportamiento de los pacientes durante los tratamientos médicos.
La Universidad de Harvard y la Universitat de Barcelona han organizado conjuntamente un curso denominado Serious Games for Health. El objetivo es evaluar la implementación de estas nuevas tecnologías interactivas en la industria sanitaria y concienciar así sobre la importancia de los juegos formativos para la salud pública.
Juegos para motivar a los pacientes crónicos
En efecto, los serious games pueden ser empleados para algo tan significativo como cambiar los hábitos de los pacientes crónicos y su forma de enfrentarse a los tratamientos médicos, como por ejemplo la quimioterapia. Lo que pretenden con esta iniciativa es buscar la motivación del paciente a través del juego.
El reto está en la estrategia: los usuarios deben enfrentarse a un problema suficientemente difícil para estimularles, pero no tan imposible como para que se desanimen. La formación en clave positiva es fundamental: el doctor Quintana señala la importancia de que el paciente no tenga “sensaciones negativas”.
La colaboración de Harvard con la Universidad de Barcelona se ha centrado en el cáncer infantil. La aplicación desarrollada por este proyecto explica a los niños la función de la quimioterapia y el proceso del tratamiento al que se están sometiendo. Así consiguen ayudarles a afrontar su situación.
Juegos para crear hábitos saludables
Estos juegos para enseñar también sirven también para fomentar hábitos saludables en el campo de la nutrición. La gran meta de los simuladores formativos es educar a la población para mejorar la salud de todos, un objetivo desafiante que tiene en los juegos el mejor aliado posible.
A través del dinamismo que ofrecen las acciones gamificadas, los jugadores desarrollan una serie de acciones que tienen que ver no sólo con una alimentación sana, sino con retos beneficiosos como la actividad física y, en general, con una mejor calidad de vida.
Beneficios del uso de videojuegos
Por otra parte, la aplicación de videojuegos, sean o no específicos para mejorar la salud de los usuarios, es en sí misma beneficiosa. Los jugadores potencian sus habilidades cognitivas, mejoran la capacidad para planificar, reducen los niveles de estrés postraumático y mejoran las capacidades espaciales, entre otras ventajas.
Estos beneficios, sean o no derivados de la aplicación directa de los juegos para aprender, contribuyen a una mejor salud de los usuarios. Esta serie de ventajas pone de manifiesto el potencial de los juegos y medios interactivos para aprender algo haciéndolo, en lugar de verlo sobre un texto o una simple pizarra.