Este año la formación corporativa se ha visto influida por distintos procesos de cambio y por la transformación digital. La “nueva normalidad” ha traído muchas modificaciones para las empresas y los profesionales, por lo que se espera un 2021 mucho más colaborativo y en remoto.
Si tú también quieres saber qué deparará el futuro de la capacitación, estas son las 10 tendencias más importantes que hemos identificado:
1. Upskilling y reskilling
La actualización de habilidades (upskilling) y la recapacitación (reskilling) se posicionan con fuerza en el futuro próximo de la formación corporativa. La primera, hace referencia al proceso mediante el cual los profesionales adquieren nuevas habilidades dentro de su ámbito profesional, lo que les permite actualizar su rol y postularse en el mismo perfil como una persona con conocimientos más actuales y competitivos. La segunda, se relaciona con la formación que recibe un empleado para mejorar habilidades que ya posee en un área diferente a la suya y así alcanzar un nuevo rol de trabajo.
Ambos procesos se han utilizado en 2020 en diversas empresas; sin embargo, para el 2021 se espera que las compañías apoyen aún más el upskilling para fomentar el desplazamiento interno de los empleados.
Asimismo, el reskilling es muy importante para todos aquellos profesionales que quieran ser parte activa de la transformación digital y de la naturaleza cambiante del entorno laboral. De hecho, ha sido algo que la mayoría de empresas ha experimentado dado el contexto generado por el Coronavirus a nivel mundial y la adaptación al teletrabajo que este ha acelerado.
2. Plataformas de e-learning versátiles
Durante la “nueva normalidad” generada por el COVID-19, las empresas se han dado cuenta de lo importante que es tener una plataforma de formación online que permita satisfacer las necesidades de los profesionales, incluyendo los gestores de contenido. Dichas plataformas deben ser capaces de adaptarse a los requerimientos cambiantes de las empresas, por ende las características que adquieren aún más relevancia en el entorno actual son:
- Multilenguaje: para incluir en una misma formación a una mayor cantidad de empleados, incluso si hablan lenguas diferentes.
- Cloud-based: para que lo único necesario a la hora de acceder sea una conexión a internet.
- Multidispositivo: que permita mayor flexibilidad a los usuarios para decidir desde dónde utilizan la plataforma de formación.
- Integrabilidad con múltiples LMS: las empresas demandan plataformas integrables e innovadoras.
3. Datos de apoyo
En 2021, “lo que no se mide no existe”. Las empresas quieren contar con datos de la formación para poder determinar qué está funcionando y que no. En la búsqueda de formatos e iniciativas que promuevan la participación activa y el engagement de los usuarios, los resultados de las formaciones arrojan datos reveladores.
La formación corporativa está llena de datos básicos, desde horas de participación, ratios de recomendación de la plataforma o cursos completados, hasta la utilización de herramientas de evaluación concretas que faciliten todo el seguimiento e implementación del proceso, como lo hace el modelo Kirkpatrick.
En definitiva, se espera que el ROI de la formación aumente y que la experiencia de usuario sea cada vez más satisfactoria, pues sufrirá una evaluación constante.
4. Empresas propulsoras de la gamificación
A pesar de los recortes experimentados en los presupuestos para formación presencial, las empresas han fomentado las mejoras en los departamentos de Learning & Development y RR. HH. en el formato online.
En 2021 se espera una mayor presencia de los elementos gamificados ya que estos han demostrado:
- Incrementar la ratio de conversión 7 veces más que las empresas que no utilizan gamificación.
- Motivar a los usuarios, ya que el 95% de los empleados disfruta usando elementos gamificados en su trabajo.
- Mejorar los resultados en las evaluaciones basadas en habilidades.
Lo cierto es que, con la gamificación, los empleados se sienten más comprometidos y alentados a dar lo mejor de sí en un entorno divertido y seguro.
5. Modalidad online como primer aliado
La formación 100% presencial se ha trasladado al formato online apoyado por el constante avance y desarrollo de nuevas tecnologías que facilitan los procesos formativos, muchos de los cuales tienen mejores resultados que la formación presencial como es el caso del game-based learning.
La formación online seguirá siendo una herramienta útil, sobre todo durante la “nueva normalidad” y permitirá a las empresas mejorar sus resultados formativos si así lo desean.
Además, el onboarding online, que se ha convertido durante un periodo de tiempo en la única alternativa para las empresas durante la pandemia, será impulsado para recibir a los profesionales en la cultura de la empresa con estrategias innovadoras y elementos gamificados que sean capaces de enganchar a los empleados en su rol desde el primer momento.
6. Énfasis en la experiencia del empleado
Retener talento es uno de los retos constantes a los que se enfrentan las compañías hoy en día, por tanto, muchas de ellas prestarán atención a los ambientes de trabajo y la cultura de empresa que presentan al mundo.
Los profesionales, cada vez más demandantes, esperan encontrarse con lugares inclusivos, divertidos y con oportunidades para todos incluso durante el teletrabajo.
¿Pero cómo afecta la “nueva normalidad” a la experiencia del empleado?
Según McKinsey & Company, al menos en Estados Unidos, la flexibilidad que conlleva el teletrabajo ha aumentado el compromiso y el bienestar de los empleados. Asimismo, el 80% de los profesionales aseguran que la pandemia generada por el COVID-19 los está afectando materialmente.
Ante esta situación se espera que los departamentos de RR. HH. realicen checklists emocionales para confirmar el estado de los empleados y que ofrezcan las herramientas y habilidades que necesitan los profesionales para gestionar el cambio. En este proceso, contar con itinerarios formativos es una de las buenas prácticas que se pueden aplicar.
7. El auge del diseño instruccional
Ahora que miles de personas están utilizando las alternativas de formación corporativa online son muchas las empresas y profesionales que se preguntan ¿cómo puedo diseñar un curso de formación de calidad?
En respuesta nos encontramos con las herramientas de autor que fomentan el diseño instruccional y la planificación de los factores más influyentes en el aprendizaje de los usuarios.
Para 2021, se espera un aumento del uso de las herramientas de autoría junto con mejores resultados: más engagement, facilidad de creación de contenidos y reducción de las tasas de abandono en la formación.
8. Microaprendizaje para todos
Con usuarios formándose continuamente desde cualquier dispositivo con acceso a internet es momento de facilitar el microaprendizaje para que los profesionales puedan formarse, poco a poco, en las áreas que más les interesan.
Deja de ser un requerimiento invertir muchas horas seguidas para formarse y pasan a tener notoriedad múltiples formatos de consumo rápido: vídeos, comics o lecciones de cursos online, entre otros.
9. Contenido generado por los usuarios
Muchas empresas ya cuentan con contenido generado por los usuarios que pueden reutilizar o adaptar lo que ha provocado un aumento de la producción interna para crear cursos que sean realmente a medida.
Son las nuevas herramientas de autor las que permiten simplificar los procesos de creación de contenidos colaborativos. Con esta democratización de la formación, cualquier profesional que posee los conocimientos técnicos necesarios o sea usuario activo de una herramienta de autoría, podrá generar contenidos formativos dentro o fuera de su empresa.
10. Aún más ciberseguridad
El teletrabajo ha expuesto a los profesionales a los ciberataques, ya el estudio Panorama actual de la Ciberseguridad de España de Google afirmaba que:
“El 60% de las pymes europeas que son víctimas de ciberataques desaparece en los seis meses siguientes al incidente, muchas veces lastradas por el coste medio del ataque, que suele rondar los 35.000 euros“.
Y en un intento de frenar el impacto negativo continuaremos viendo cómo las políticas de privacidad se modifican para dar más autonomía a los usuarios y a las empresas como impulsoras de las buenas prácticas de ciberseguridad a través de la inversión en software y formación continua.