El game-based learning está revolucionando el aprendizaje. Más allá de escuelas y universidades, los juegos aplicados a la formación corporativa son ya una realidad en los departamentos de Recursos Humanos de miles de empresas. ¿Por qué se aprende mejor jugando? Te lo contamos:
Convivimos con los videojuegos
Son muchos los factores que hacen que el game-based learning sea más eficaz que la formación tradicional. Actualmente, casi el 60% de la población está familiarizada con videojuegos y la media de edad de las plantillas en las empresas ronda los 30 años, de los cuales más del 90% han jugado a videojuegos en su juventud. Por eso tienen tanto peso los llamados Millennials, una generación que en 10 años conformará el 75% de la fuerza laboral. ¿Necesitas más razones? Sigue leyendo.
Aumentan el engagement
Los juegos posibilitan una serie de retos que requieren que el alumno esté inmerso en la aventura, con el fin de resolver los problemas que se plantean de una forma mucho más creativa y subjetiva. A diferencia de un curso presencial tradicional, el game-based learning aumenta el engagement porque ofrece una experiencia desafiante al tiempo que placentera. Por eso, divertirse y aprender al mismo tiempo, es posible.
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Motivan sin riesgo
Los juegos en general, y el game-based learning en particular, tienen el potencial de hacer que el aprendizaje sea un reto. A través del juego se introducen conceptos y el alumno puede desarrollar y mejorar sus habilidades sin perder motivación. El miedo al fracaso se reduce considerablemente porque no hay riesgo durante el proceso de aprendizaje, pero, al mismo tiempo, existe la posibilidad de aprender de los errores y corregirlos. Así, cualquiera puede completar el nivel y avanzar; existe una permanente mentalidad de mejora y crecimiento.
Mejoran el rendimiento y el conocimiento
La Federación Americana de Científicos [“A Meta-Analytical Examination of the Instrucional Effectiveness of Computer-Based SImulation Games”, 2011, Tracy Sitzman] asegura que los juegos son la mejor forma de aprender. Gracias al juego, los alumnos mejoran su rendimiento, incrementan su esfuerzo y aumentan su conocimiento gracias a la práctica.
En concreto, esto dicen las cifras:
El game based learning en comparación con la formación tradicional…
- Incrementa hasta un 20% la auto-confianza del estudiante.
- Un 11% más de conocimiento conceptual.
- Un 90% más de retención a la hora de aprender.
- Un 20% de incremento sobre el conocimiento práctico.
- Hasta un 300% más de tareas completadas.
Interacción con el estudiante
Becky Renegar, especialista en educación STEM (Science, Technology, Engineering, Mathematics; equivalente en español al acrónimo CTIM, Ciencias, Tecnologías, Ingenierías y Matemáticas), asistió recientemente al STEMconnector de Washington, un encuentro especializado. Allí, Renegar representaba a la ciudad de Piqua (Ohio, Estados Unidos), para charlar sobre las oportunidades de game-based learning. Para ella, este tipo de aprendizaje ha beneficiado a sus estudiantes, en parte gracias a la constante interacción que ofrecen los videojuegos.
“El engagement ha aumentado drásticamente”, dijo Renegar en la conferencia. Cuanta más interacción, más se involucran los estudiantes y mayor es su compromiso. Los estudiantes de esta profesora, que han participado en varios proyectos de juegos online, han experimentado una mayor motivación gracias a la creatividad que implican los videojuegos.
Puedes encontrar la conferencia completa de STEMconnector aquí.