La teoría del game-based learning implica una novedosa manera de formar a los empleados de las empresas. Nos referimos al simple uso de juegos para aprender. La oferta de contenidos gamificados es cada vez más amplia y variada, con videojuegos para casi todos los públicos y sectores.
En el ámbito corporativo, esta metodología está experimentando un auge indiscutible, pero muchos desconocen las razones. Estos son los principios sobre los que se asienta la formación a través de videojuegos:
Aprendizaje constructivista
El game-based learning se basa en un aprendizaje constructivista. ¿Qué significa esto? El constructivismo postula la necesidad de entregar al alumno las herramientas necesarias para que él mismo pueda construir sus propios procedimientos para resolver un problema. Esto implica un proceso participativo por parte del alumno, que interactúa con su entorno para resolver la situación que se le plantea.
Práctica, experiencia e interacción
La práctica sin riesgo, el aprendizaje experiencial y la interacción son los pilares sobre los que se asienta la teoría del game-based learning. Aprender mediante el juego permite a los estudiantes experimentar en escenarios no amenazantes y adquirir conocimientos mediante la práctica y la interacción social con el entorno y los compañeros.
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Enfoque motivador
Uno de los puntos fuertes del game-based learning es su reconocida capacidad para captar la atención de los alumnos y garantizar su implicación total –engagement. El enfoque motivador de los juegos convierte el proceso de aprendizaje en algo dinámico e interesante, cuyo atractivo se mantiene durante todo el desarrollo hasta la consecución de los objetivos.
Fomento de la reflexión
Además de la motivación y el enfoque lúdico, el GBL plantea situaciones que requieren reflexión y toma de decisiones por parte del alumno, para solucionar una problemática. De esta forma el participante adquiere conocimientos y asimila los conceptos mientras desarrolla capacidades cognitivas derivadas del pensamiento crítico, el análisis de la realidad y la resolución de conflictos.
Feedback y autocontrol
A diferencia de métodos pedagógicos más tradicionales, el game-based learning permite que la persona que está formándose tenga el control de su propio aprendizaje. Mediante los serious games, los alumnos obtienen feedback instantáneo y personalizado respecto a sus conocimientos y cada uno es consciente de lo que aprende y lo que debe reforzar.
Seguimiento del proceso
Por supuesto, el feedback y el control sobre el aprendizaje no es patrimonio exclusivo del alumno. Además del sistema de puntuación y la superación progresiva de los niveles o de la propia formación, todo queda registrado en el programa.
De esta forma los responsables de las acciones formativas pueden estudiar las elecciones que ha hecho el alumno, sus aciertos y errores, las decisiones que ha ido tomando por el camino. Este sistema ofrece una gran cantidad de información para comprobar el nivel de comprensión de los participantes, sus debilidades y fortalezas y, lo más importante, asegura que la persona adquiere efectivamente los conocimientos y capacidades sobre las que ha trabajado.
Creatividad
La teoría del game-based learning no puede dejar de lado el beneficio de la creatividad que proporcionan las nuevas formas de aprender. El juego potencia esa creatividad y motivación mediante el planteamiento de retos y problemáticas que los alumnos deben resolver con su imaginación.
Soft Skills
Si el game-based learning se emplea para el aprendizaje de habilidades sociales y el desarrollo de soft skills, la interactividad y la colaboración entre los participantes se acentúa. La práctica se centra en trabajar aspectos tales como la inteligencia emocional, la capacidad de liderazgo, la comunicación, el autocontrol, las habilidades de negociación y resolución de conflictos, etc. Capacidades todas ellas imposibles de aprender sin la práctica, que los simuladores game-based learning facilitan de forma excepcional.
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Digitalización
Otra de las ventajas del game-based learning es la oportunidad que supone para los usuarios mejorar sus conocimientos informáticos y el manejo de dispositivos digitales, imprescindibles en el desarrollo personal y profesional en el siglo XXI.
Un programa de aprendizaje GBL implementado en un entorno corporativo tiene más probabilidades de éxito que una acción formativa “clásica”, ya sea e-learning tradicional o aprendizaje presencial. La retención de conocimientos es mucho mayor mediante la gamificación, que garantiza aprender de forma efectiva y dinámica. El ahorro de costes es otra de las enormes ventajas por la flexibilidad en tiempo y espacio.
La metodología game-based learning que ofrece Gamelearn se asienta en tres pilares fundamentales, claves de su éxito a nivel internacional: contenidos de calidad, simuladores y gamificación.