El Sistema de Formación Profesional para el Empleo en España aparece a principios de la década de los 90 con los Acuerdos Nacionales de Formación Continua. Hasta entonces, dicha formación continua era una actividad a la que se dedicaba tan solo una media del 0,2% del coste laboral, en comparación con el 1,5% que destinaban otros países europeos en aquel momento.
La Fundación para la Formación Continua (FORCEM), nacida en 1993, es la antecesora de la Fundae, en vigor desde 2015. Todas las empresas españolas, de acuerdo a la legislación que desarrolla los sucesivos acuerdos entre organizaciones empresariales, sindicatos y Gobierno, tienen asignado un porcentaje de la cantidad aportada a la Seguridad Social a la formación de los empleados. Además, suelen sumarse aportaciones procedentes del Fondo Social Europeo y recursos del Estado.
Por qué existe un Sistema de Formación Profesional para el Empleo
Una vez asumida la importancia de la formación continua por los agentes económicos, este sistema aparece con los objetivos de:
- Favorecer la formación a lo largo de la vida de los trabajadores, tanto desempleados como ocupados, para mejorar sus competencias profesionales.
- Promover la productividad y competitividad de las empresas
- Responder a las necesidades del mercado de trabajo y de las empresas, dando a los trabajadores conocimientos y práctica adecuados.
- Contribuir a que las competencias profesionales se puedan acreditar
- Involucrar a los trabajadores en las ventajas de las tecnologías de la información, para disminuir la brecha digital.
Al mismo tiempo, este sistema se fundamenta en una serie de principios que la propia Fundae se ocupa de enumerar en su web corporativa:
- El derecho individual a la formación y a la garantía de igualdad en el acceso de los trabajadores, las empresas y los autónomos a una formación vinculada a las necesidades del mercado de trabajo.
- La negociación colectiva y el diálogo social como instrumento de desarrollo, así como la participación de los agentes sociales en los órganos de gobernanza del sistema.
- El acceso a una financiación suficiente, estable y equitativa, en régimen de concurrencia competitiva abierta a todos los proveedores de formación, públicos y privados, acreditados y/o inscritos conforme a la normativa vigente.
La calidad, eficacia, eficiencia y transparencia en la gestión. - La certidumbre que permita la planificación estratégica y promueva la inversión en recursos formativos.
A qué tipo de formación pueden optar los trabajadores
En el apartado de iniciativas de formación dentro de su sitio web, podemos encontrar las principales categorías de cursos Fundae.
Por un lado, están aquellos programados por las empresas para sus trabajadores y que a continuación veremos cómo funcionan, pero también existe una oferta formativa independiente tanto para trabajadores ocupados, como para trabajadores desempleados.
Hay también Permisos Individuales de Formación (PIF) que hacen posible que un trabajador realice por su cuenta una acción formativa acreditada con autorización de la empresa, para que esta financie los costes salariales a través de bonificaciones en las cuotas de la seguridad social.
La formación en alternancia con el empleo consiste en un procedimiento mixto de empleo y formación que favorece que el trabajador compatibilice el aprendizaje teórico con la práctica profesional en el puesto de trabajo.
Entre las iniciativas del Sistema de Formación para el Empleo, se recoge también la formación de empleados públicos o la formación de las personas privadas de libertad o de los militares.
Qué es necesario conocer sobre la formación programada por las empresas
Si perteneces a una empresa que cotiza en España, no deberías olvidar que puedes bonificar la formación ofrecida a tus trabajadores en función de su número. En el recibo de liquidación de cotizaciones puedes comprobar qué cantidad aparece en el concepto “Otras cotizaciones” y el número de trabajadores que consta para calcular el crédito asignado para tal fin. Fundae en su página web facilita un simulador de crédito para realizar dicho cálculo.
Para bonificar la formación en una empresa este sería el primer paso, calcular el crédito. Después tendrías que dar de alta a tu organización en la aplicación de Formación Programada por las empresas, para lo que será necesario contar con un certificado digital de Representante. Fundae facilita desde su web una guía de Instalación de Certificados Digitales en el sistema de Bonificaciones.
Tras este paso, tendrás que informar a la Representación Legal de los Trabajadores y, si no existe, directamente notificar el inicio del curso dando de alta la acción formativa en la aplicación para comunicar el inicio del grupo formativo a continuación.
Durante el desarrollo de la formación, habrá de cumplimentarse el modelo de control de asistencia que facilita Fundae o, en el caso de tratarse de formación online, posibilitar el el registro de la actividad de los participantes.
Al terminar el curso, los participantes deberán recibir el siguiente cuestionario de evaluación y en un máximo de dos meses se les entregará un diploma o certificado de asistencia.
Una vez terminado el curso, hay que comunicar su finalización a través de la aplicación, siempre antes de la presentación del boletín de cotización de diciembre.
A seguir, hasta la presentación del boletín del mes de diciembre del año en curso, será posible aplicarse la bonificación por formación en los recibos de Liquidación de Cotizaciones a la Seguridad Social. Se aplicarán a través del Sistema de Liquidación Directa.
Es importante conservar durante el plazo de al menos cuatro años la documentación acreditativa de los cursos bonificados. Acabado el ejercicio, Fundae comprobará la corrección de las bonificaciones practicadas.
El e-learning y los cursos bonificados
Como se ha indicado más arriba, la teleformación está aceptada como formato de formación bonificada, por lo que para la empresa puede considerar aprovechar su crédito formativo con cursos online.
Gamelearn es una de las empresas que cumplen los requisitos de Fundae para bonificar los cursos y facilitará toda la información necesaria para dar de alta dicha formación por parte de cualquier compañía.
Beneficios de elegir el canal online para tu formación bonificada
En definitiva, son los mismos que encuentras si optas por ella en una modalidad no bonificada.
- Es posible que un mayor número de trabajadores se aprovechen de una misma formación de forma simultánea y con el consiguiente ahorro de no realizar desplazamientos de personas a un mismo lugar físico.
- Aumenta la competitividad y la productividad de los empleados y, por ende, de la empresa.
- Crece el compromiso de los trabajadores porque perciben una contrapartida en forma de desarrollo profesional personal
- Se fomenta la adquisición de nuevos conocimientos y habilidades.
- Crece la motivación y la satisfacción de los empleados dentro de la empresa.
- Se promueve la adaptación a los cambios existentes en cualquier sector y en lo relativo a la necesaria digitalización de los procesos.
Para resolver muchas de las dudas que surgen con la bonificación de la formación corporativa, hemos elaborado una guía exhaustiva para amortizar tu crédito de formación bonificada. No dejes de utilizarla como referencia para revisar los datos más importantes para hacer posibles tus cursos bonificados.